RESEÑA CLASE JOSE
VIDAL 10/08/2018
“Identidad y
Psicosis”
Se inicia la clase contextualizando la clínica actual, si “todo el
mundo es loco” la locura de esta época es por la identidad. Hay cada vez más
una exigencia por la identidad, sujetos que no quieren ser nombrados por
ninguna, otros que no se sienten cómodos con la propia.
Toma el escrito “Acerca de la causalidad psíquica” destacando que
Lacan allí utiliza el concepto de Locura como la esencia misma del sujeto,
“límite de su libertad”, más allá de
cualquier estructura clínica. Lacan discute con la teoría órgano-dinamista
postulada por Henri Ey, al sostener que la locura no puede remitirse a la
interacción entre los órganos, sino que es vivida en el registro del sentido.
Los fenómenos psicóticos se suscitan a partir del lenguaje, en tanto que el
sujeto habla. La certeza es la piedra angular de estos fenómenos, en tanto el
sujeto interpreta que eso le concierne.
El loco da testimonio de la virtualidad (virtus- virtud) del sujeto,
mecanismo que emplea para escapar de la actualidad. Toma el “loco hegeliano”
describiendo el “alma bella” y la “Ley del corazón”, esta ultima Lacan la
postula como estructura general del desconocimiento. En la imagen especular el
sujeto encuentra una unidad ideal, una
unidad del yo produciéndose la alienación del yo en una virtualidad, se busca
desconocer la propia miseria, lo actual. La escisión del ser aloja en sí misma
la virtualidad permanente de la locura. Miller sostiene que “el yo es loco”.
El docente toma del seminario Donc de Miller, el concepto “Delirio de
identidad” que se basa en la ecuación yo=yo, tautología a partir de la cual se
cree que el yo tiene una identidad y se sustrae del deseo del Otro. Lacan
afirma que “el yo se cree algo más de lo que es”, la virtualidad es siempre
algo inflado en relación a lo que es. Si el sujeto se cree lo que es, entonces
se está en el terreno de la locura, donde no puede medirse la distancia entre
semblantes y la posición del yo.
La causalidad de la locura se
remite entonces a la insondable decisión del ser entre la mediación y la inmediatez.
La inmediatez entendida como la equivalencia yo=yo, donde hay forclusión del
Otro y entonces se constituyen identidades sólidas, rígidas y terminadas. Y la
mediación que conlleva un rodeo por el deseo del Otro, a partir de lo cual se
logran identificaciones transitorias y modificables.
El docente describe el discurso capitalista que muta del discurso del
Amo, para ubicar que allí el sujeto pasa a ser el agente y rechaza desde ese
lugar todo lo que viene del Otro, los S1, que posibilitan el juego de las
identificaciones. Hay un repudio a las tradiciones, priorizándose “el sujeto
empresario de sí mismo”. Se construyen neo-identidades por meritocracia.
Equivalente al superyó freudiano, mientras más se somete el sujeto a la regla,
la regla se vuelve más severa y feroz. De este modo, se recupera la perdida a
partir de la culpa. En la clínica actual se presentan identidades con formatos
superyoicos rígidos y la posición del analista que convendrá asumir es hacer obstáculo a esa rigidez.
Belen Dahir y Fiorela
Cicchitti